¿Qué magia es esa que unos simples sonidos te llaman la atención, desconectando por unos segundos y llegando a conmoverte?
Aquellos que llenamos nuestra vida con música ya sabéis de que hablo. ¿Duende? ¿Inspiración? ¿Talento? ¿Locura? Escoged el término que más os guste.
A lo largo de 20 años he hecho algo de música. Cosas con guitarras. Otras con maquinitas. Desde la humildad y el amateurismo he logrado un par de temas salvables a cambio de demasiada energía. Ello me ha permitido sacar estas conclusiones: es muy jodido tener poca imaginación, es más jodido no darse cuenta de que lo que haces es malo, y finalmente es jodido que el resultado final ni te guste a ti ni a la gente. Este blog es mi declaración de admiración a aquellos que hacen arte, especialmente música, que me conmueve. ¿Quién no ha soñado con saber de donde viene la inspiración a Miles Davis? ¿Bob Dylan? ¿Prince? Este blog hará esas y otras preguntas, a músicos más cercanos que nos emocionan tanto o más.
A pesar de llevar más de 25 años escuchando música me he forjado mi gusto y opinión; y he detectado a otros seguidores de la música con una percepción superior a la mía. ¿Quién no conoce un bar donde un barman o un DJ pincha la mejor música, la que te gusta? ¿O busca consejo en ese enterado amigo sobre tal estilo o músico? Este blog también tiene un espacio para ellos.
Para terminar, voy a recordar la respuesta dada por el DJ Frankie Rodriguez al invitarlo a que definiera música house: “¿Qué es house? ¡A quien le importa! Pon el disco y goza.” Esta frase me sirve para sentenciar sobre lo que va este blog: La buena música no tiene etiquetas ni estilo; solo llega al corazón.
El alumno.