jueves, 18 de marzo de 2010

EL Cuestionario: Joan Berenguer

¿Compositor? ¿Cantante? ¿Musicazo? ¿Productor? ¿Técnico de sonido? ...
Lo mejor es aprovechar una frase de la explicación que Rafa Pons hace sobre Quién es Joan Berenguer (que muy proximamente colgaré).

"A Berenguer se le entiende haciendo música. Cuando le conoces ves a un tipo tímido y sensible al que se le intuye una gran inteligencia y un sentido del humor que intenta disimular." Rafa Pons.

Vamos allá...
El Cuestionario

¿Qué te ha llevado a ser músico?

La cuestión sería adónde me lleva la música, porque es ella la que me guía en realidad, y yo tan feliz de poder escucharla y tocarla, de añadirle algunas nuevas partituras a su repertorio de vez en cuando.

¿Influencias?

Normalmente las que decimos los músicos son las que creemos que son nuestras influencias, pero son las que más nos gustan; las que dice la gente son en realidad artistas a los que nos parecemos, que no quiere decir que sean necesariamente influencias. La verdadera respuesta quizás nunca la sepamos: ¿Canciones que escuchamos de pequeños? ¿Música que sonaba de fondo en la sala de espera del dentista? ¿Esas canciones comerciales que tanto odiamos pero que forman parte de nuestra memoria? ¿La música que escuchaban nuestros padres?. En realidad todo influye y las influencias por lo tanto se van acumulando y nos van cambiando.

¿Cómo nacen tus canciones?

Suelen aparecer primero unos acordes que me sugieren una melodía y esa melodía suele llevar a cuestas una frase que normalmente es el principio de una canción. Esas suelen ser las mejores, las más de verdad. A veces he escrito primero un poema y luego le he puesto música. También llevo siempre encima una libreta por si se me ocurren frases sueltas que puedan inspirarme para hacer alguna melodía o para desatascarme si alguna estrofa se me resiste.

¿Las canciones nacen, crecen y mueren?

Las canciones nacen, aquí no hay dudas. La cuestión es que el parto puede ser corto o largo, pero aunque sea doloroso (depende de qué estés hablando puede serlo mucho) nunca hay embarazos no deseados.

Las canciones crecen, incluso cambian, mejoran, empeoran o sufren accidentes (un mal productor puede hacer auténticas chapuzas). Sobretodo crecen en directo, con la energía del público, también con distintos músicos la canción cambia y puede crecer. Y alguien que la escuche y que le toque el alma sentirá que crece gracias a esa canción, y de alguna manera esa canción crece con él.

¿Un árbol que se cae en un bosque donde no hay nadie hace ruido? Esta clásica pregunta filosófica sirve también para las canciones: ¿una canción que nadie escucha sigue siendo una canción? Imaginaos que de una canción no hay grabaciones, ni partituras ni nadie que sepa tocarla o incluso nadie que la recuerde: esa canción ya no existe ni existirá nunca más. Una canción puede morir, sin duda.

¿Qué temas tratas? ¿Qué te emociona? ¿Tienes temas intocables (Tabúes)?

Básicamente hablo de mí, lo cual puede parecer egocéntrico pero que en realidad es humildad: ¿como voy a hablar de otras personas si no las puedo conocer del todo? Puedo hablar por mí mismo y desde mi experiencia contar mis fantasías, mis deseos y mis miedos: esa es la manera más honesta y quizás la única que tengo para poder cantar mis canciones, la única que hace que nazcan y que pueda defenderlas.

Me emociona el amor pero también me conmueve el desamor, la soledad, la desconexión con los demás, la impotencia de no poder cambiar algunas cosas. Y me emociona la música, por eso muchas de mis letras hablan de canciones, porque son mis botes salvavidas en más de una inundación.

Y más que temas tabúes supongo que hay temas de los que no hablaré en mis canciones porque no entran en mi universo

¿Qué canción te hubiera gustado componer?

Cada día escucho docenas de ellas, pero no deseo haberlas compuesto yo: ya soy feliz con poderlas escuchar.

¿A quién compondrías un tema?

Ya se lo he compuesto a un montón de gente a la que quiero o he querido, incluso a las canciones, a las musas y a unas arañas al borde de mi cama. Espero que la vida me traiga a alguien más a quién poder enmarcar dentro de una partitura.

¿Dónde te encontramos más genuino… directo o en disco?

Un disco es lo menos genuino si alguien busca una experiencia auténtica con la música: no hay nada igualable a escuchar una canción en directo, sucediendo en un instante único que ya no volverá, a las vibraciones que nos llegan sin obstáculos, sin formatos digitales, sin mentiras, sin vuelta atrás. Una canción en un disco me puede llegar a emocionar igualmente, pero la conexión con el artista sólo sucede en un directo. Yo espero que la gente que escuche mi disco piense al menos que sí, que no he engañado a nadie y que lo que hay grabado es lo más parecido a mí que he podido trasladar a la realidad virtual de un disco.

En estos tiempos tan extraños… ¿Hacia donde va la música y los músicos? ¿Hacia donde vas tu?

La música popular va cambiando, aparentemente (en la edad medieval ya existían las canciones del verano), la música experimental hace honor a su nombre y sigue experimentando (aunque no siempre es agradable escuchar según qué inventos) pero lo que no cambia es que simplemente siguen habiendo dos tipos de música: la que nos gusta y la que no. Creo sinceramente que se siguen haciendo buenas canciones, sólo hay que saber encontrarlas: si no nos gustan las que suenan en la radio o las que nos recomiendan los críticos seguro que hay otras que sí están hechas para nosotros. Internet ha hecho posible descubrir millones de artistas buenísimos que las discográficas no nos quisieron vender nunca, ahora el único límite para descubrir las canciones que nos acompañarán por la vida es el tiempo que tengamos para descubrirlas y escucharlas.

Seguro que hace unos años era más fácil vivir de la música, o al menos eso parece (podría ser pura nostalgia) pero la realidad siempre ha sido que probablemente sólo el 1% de los músicos puede vivir sólo con la música: hay millones de músicos y billones de canciones, es matemáticamente imposible que todos podamos vivir de esto. Los conciertos en directo es casi lo único que puede dar dinero a un músico, los discos se han convertido en puro merchandising, incluso dan menos beneficios que una camiseta, es así de triste.

Lista de 10 canciones. Comentarios.

Esto es una tarea casi imposible, sería incapaz de nombrar mis 10 canciones preferidas, mañana probablemente serían otras 10 distintas, si fuese una lista completa seguro que rebasaría las 1000… Voy a decir las 10 primeras que me vengan a la cabeza, esas serán las 10 canciones que tengo más presentes ahora.

-“La despedida” (Fito Páez): me ha venido primero a la cabeza “Mariposa tecknicolor”, que es buenísima, pero luego me he acordado de este temazo a piano y voz, un pseudo-tango desgarrador, nostálgico, irrepetible.

-“Libélula incrédula” (Alfonso Mora): una canción de un amigo mío, lo cual hace más sobrecogedora la letra, tan visceral, tan de grito de auxilio y de inseguridad, hecha con retales de vida y de alma. La banda sonora de la melancolía.

-“Ring them bells” (Bob Dylan): aunque la letra sea profundamente religiosa, lo cual me predispondría a no empatizar con ella, esta preciosa canción me conmueve porque habla de esperanza y de deseo, que son sentimientos que trascienden las religiones y que son simplemente humanos.

-“New York City Serenade” (Bruce Springsteen): canción poca conocida del Boss, del que podría nombrar docenas de canciones favoritas. Más que una canción es una película, con distintos ambientes e intensidades, todo un viaje.

-“Siempre puedes olvidar” (Charly García y Fabiana Cantilo): una canción que consigue ponerme los pelos de punta, me da la sensación que viene de otro mundo, tiene un aire etéreo, es un himno fantasmal.

-“Say it to me now” (Glen Hansard): la versión en acústico que hay en la banda sonora de la película “Once” es una de las interpretaciones más impresionantes que he oído nunca, es como si su voz se te metiese dentro y empezase a sacudir el corazón pidiéndole ayuda para soportar la tristeza.

-“Hallelujah” (Leonard Cohen): me refiero, claro está, a la versión de Jeff Buckley, una de las canciones e interpretaciones más bellas de la historia. Si viniesen los extraterrestres para eliminar a la humanidad les enseñaría esta canción como alegato a favor de la supervivencia de la raza humana.

-“The Show must go on” (Queen): imposible que no me tiemblen las piernas cuando oiga la canción que escribió Freddie Mercury cuando supo que estaba enfermo de SIDA. “El show debe continuar”… La vida es una lucha, ni más ni menos. Esta canción le hizo inmortal.

-“He used to be a beautiful boy” (Keane): preciosa canción sobre el fracaso, el paso del tiempo y la tíbia esperanza de que todo vaya mejor. El estribillo, tan delicado, tan bien cantado, me deja vulnerable: ninguna canción puede sonar después de ésta sin provocarme un shock, como un jarro de agua fría en invierno.

-“Peces de ciudad” (Joaquín Sabina): hay muchas canciones que podría destacar del que considero el mejor letrista español, pero “Peces de ciudad” tiene todos los elementos necesarios para dejarme KO, véase intimidad, épica y poesía, todo en uno.

Lista de 10 Albumes. Comentarios

­-The Beatles/The White Album (The Beatles): soy un auténtico fanático de estos chicos de Liverpool, por lo tanto, si sólo pudiese elegir un disco suyo para llevarme a una isla desierta, sería este disco doble. Hay clásicos como “While my guitar gently weeps”, pero sobretodo hay sus temas más arriesgados y joyas poco reconocidas como “Blackbird”, “Julia”, “Birthday”, “Dear Prudence” o“Helter Skelter”. Imitables pero inalcanzables.

-L’hora del pati (Adrià Puntí): una explosión de creatividad gracias también a la producción de Quimi Portet, todo un compendio de genialidad, buen hacer, ironía y ternura.

-Alta Suciedad (Andrés Calamaro): dudaba entre este disco y el doble “Honestidad brutal”, pero sin duda esta obra maestra es todo un regalo para los oídos y el alma desde la primera hasta la última canción. “Media Verónica” no dejará nunca de humedecerme los ojos.

-Kamikazes enamorados (Quique González): este disco vio la luz en un momento de incerteza de este cantautor hacia el mundo de la música y se nota la vulnerabilidad, la melancolía, incluso el miedo. A partir de aquí sus letras tomaron un cariz poético más cerrado pero más introspectivo, que me encanta.

-Time out of mind (Bob Dylan): el disco definitivo sobre el paso del tiempo, la vejez, la desilusión, el miedo a la muerte. No es fácil escucharlo sin sentir posteriormente un bajón, pero es curativo de la misma manera que llorar también lo es. Para mí es la obra maestra de Dylan.

-O (Damien Rice): una de las mejores colecciones de canciones de la historia, con el punto justo entre la delicadeza y la rabia, tan bien cantado, tan bien interpretado, tan lleno de arreglos sorpresivos, tan irrepetible.

-Wildflowers (Tom Petty): un disco tan natural, tan lleno de vida, delicado o rabioso según el momento, me hubiera encantado estar en el estudio mientras lo grababan. Tom Petty aún no ha recibido todo el reconocimiento que se merece, pero su discografía está lleno de canciones que quedarán para siempre.

-The Joshua Tree (U2): un disco que te hace dudar a las 5 canciones de si es un álbum de estudio o un Greatest Hits merece un puesto de honor en la historia. Lo mejor, a parte de la producción que marcó un antes y un después y de la sentida interpretación musical, son las letras, capaces de ser interpretadas en clave religiosa (que es lo que buscaba Bono) o en clave personal, que es lo que hace que lleguen a lo más hondo a todo tipo de oyente.

-Alice (Tom Waits): podría haber nombrado 10 discos de Tom Waits en esta lista y haberme quedado tan ancho, pero si hay un álbum que sintetiza mejor a los dos Tom Waits posibles (el tierno y romántico de las baladas y el chalado genial de sus canciones experimentales) es este. No hay desperdicio.

-Enemigos íntimos (Sabina & Páez): un disco que no creo que se haya juzgado justamente pero que para mí marcó un antes y un después en mi vida musical. La combinación de las letras de Sabina con la genialidad de Fito Páez (creo que pocas veces los dos tocaron tan alto como aquí) me deja estupefacto. Sólo Bob Dylan aliándose con Mozart hubiesen alcanzado a rozar la perfección de este disco.

Más información de Joan Berenguer: Web / Myspace


¡Brutal!

Agradecer la paciencia de Joan y la presteza de Rafa.

Gracias a todos.

El alumno desaventajado.

PD. Os recomiendo a todos... conseguir el EP de Joan "7 resacas viceversa"; NO DEFRAUDA!!


1 comentario:

Sr Mussol dijo...

Como Rafa, opino que a Bèrenguer sólo se le entiende a través de la música, y a Joan también, es através de este filtro que descubres no solo al tremendo artista, a la persona, prueba de ello son esas canciones que siempre llegan al alma,al centro. Además una gran entrevista, no se yo si otros, menos "desaventajados"(ejem) hubiesen sacado más de este grandísimo músico