Meteorológicamente hablando, Juantón es un huracán musical, una tormenta tropical de ritmo 5 que puede soplar sus canciones a más de 200 Km./h. derribando cualquier atisbo de desánimo y malhumor que podamos llevar encima antes de escucharlo.
En su apogeo interpretativo, este cantautor puede pasar de la balada más suave a alegre rumba, derivando a fuerte tonadilla y convertirse en la tormenta perfecta de lluvia melódica acompañada de gran cantidad de granizo humorístico en su faceta de monologuista.
Las letras de sus canciones son como las nubes que adornan el cielo, donde las ideas y sentimientos van adquiriendo forma de cirro solitario, nimbos con textura de algodón o cúmulos y estratocúmulos que presagian una lluvia de personajes, situaciones y pensamientos de lo más variopinto.
Como los copos de nieve, los rayos del sol o el silbido del viento, este conjunto de personajes, situaciones y pensamientos, nos rozan, nos acarician, nos golpean y nos cortan los labios del alma produciendo una serie de sensaciones (calor, frío, alegría, tristeza, etc...) pero eso sí, nunca indiferencia.
Este equilibrista de la canción y del humor se ha deslizado por el alambre del mundo de la farándula, sorteando (creo yo) con gran éxito, calmas chichas, marejadas y tornados sin perder en ningún momento la sonrisa, el buen humor y obviamente el equilibrio.
Con varios trabajos publicados ( “El equilibrista” 2003 Darmusic, “Azufre!!” 2006 Autoeditado y en directo y “La fábula del escorpión” 2008 Chatunga Records) Juantón ha recorrido todo el territorio nacional, con banda (inflable o no), en solitario y con algún proyecto conjunto, desplazando las isobaras del anticiclón del tedio con su gran borrasca musical de ternura y buen humor.
En resumen si Juantón no existiera, habría que inventarlo.
El Contramaestre.
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